El compositor aplica una banda sonora que desarrolla en los ámbitos de lo ambiental y lo dramático, en principio de modo separado pero finalmente fusionado. En lo ambiental, el poderío coral es el elemento más característico, con notable música y tema central que ubica la historia en una Rusia fuerte pero al borde del colapso. Es esta una música bella, contundente, pero también hábilmente quebrada, que expone la fragilidad que se cierne sobre lo que representa, casi de modo apocalíptico, lo que se aprecia en el tema central de Napoleón, convertido casi en portavoz de ese fatalismo. Frente a estas músicas, los temas para los personajes, emocionales y sentimentales, que son comparativamente muy débiles y que no acaban de encontrar su sitio destacado en el conjunto de esta creación finalmente desequilibrada.