Una neoyorkina agobiada con un empleo ingrato y un novio menos atractivo descubre que el tumor que tiene en la garganta es maligno. El diagnóstico es terminal y pone punto final a su trabajo y a su relación. Se embarca en una celebración sin fin en la que se dedica a satisfacer todos sus caprichos y fantasías.
Latosa creación ambiental, con abuso de lo acústico y una guitarra -eléctrica- ominpresente y cargante. No tiene estructura temaria y se limita a ser una sucesión estática de sonoridades similares.