Adaptación del relato de E.M. Forster sobre los cambios que experimenta una joven durante un viaje por Italia y que afectan a su propio compromiso matrimonial.
En la banda sonora de esta película (sexta colaboración del compositor con el realizador) adquiere una especial importancia la música de Puccini, especialmente el "O Mio Babbino Caro", cantado por Kiri Te Kanawa. La ubicación argumental y la influencia de las vivencias italianas de la protagonista condicionan la partitura del compositor, que se mueve entre melodías de corte romántico y otras de tonalidad más cercana al folklore del lugar. En cualquier caso, permiten una ambientación muy agradable a lo largo del metraje.