Cortometraje sobre el conflicto racial en el estado de Georgia, durante los años sesenta, desde la mirada de un niño de 11 años.
Sobria y emotiva creación dramática con apacibles melodías en las que se incluye un tono de contenida desolación. Es variada en temas pero homogénea, y se cierra con un bello tema con voces. Se acompaña de A Most Peculiar Man (15).