Una joven oscila constantemente entre dos mundos: el barrio pobre, en su mayoría afroamericano, donde vive, y la escuela preparatoria rica, en su mayoría blanca, a la que asiste. Pero cuado es testigo de la muerte de su amigo de la infancia a manos de un oficial de policía deberá encontrar su voz y defender lo que cree que es correcto.
El compositor aplica una creación dramática que desarrolla en dos niveles: por una parte, música turbia, oscura, algo críptica para el entorno. Frente a ella otra clara y diáfana, sentimental e íntima, con bello tema principal para la protagonista, con el que explica su vulnerabilidad pero también su determinación.