Octava entrega de la serie cinematográfica iniciada con The Pink Panther (63), en la que en el proceso de una investigación aparece un presunto hijo del inspector Clouseau.
Última película del compositor y un nuevo intento por renovar las músicas de la serie cinematográfica. Mantiene, claro está, la esencia melódica (con una original versión del tema principal tatareada por Bobby McFerrin), pero se incorporó otro tipo de música de acompañamiento con orquesta sinfónica, si bien las pretensiones de realzar lo cómico eran las de siempre.