El relato bíblico de la bella princesa moabita que, por designio divino, figuró en la ascendencia genealógica de Jesucristo.
Las características bíblicas del filme fueron aprovechadas por el compositor para escribir una partitura con dominio de temas hebraicos, muy dramatizados, en los que también resaltó lo místico y lo romántico, con un bello tema aplicado a la protagonista.