Una mujer rehace su vida tras recibir la noticia de que su exnovio, un maltratador, ha fallecido. Sin embargo, su cordura comienza a tambalearse cuando empieza tener la certeza de que en realidad sigue vivo.
El compositor intenta aplicar una creación que se desarrolle equilibradamente en los ámbitos del terror y del drama pero el resultado acaba por ser aparatoso, confuso y finalmente ineficiente. La música pretendidamente hostil es monótona y previsible, despersonalizada, y aquella que pretende enfatizar la tragedia de la protagonista es de escasa entidad. En su conjunto, una obra irrelevante.