Primera de una trilogía de filmes que relata la expansión y asentamiento en el oeste de Estados Unidos antes y después de la Guerra Civil, desde la perspectiva y vivencias de diversas personas.
El principal problema de esta irregular creación no es su música, que en sí es excelente y se ajusta de modo estupendo a los parámetros orgánicos del filme, con empleo del folk y con temas tan característicos del género, de aires líricos y también melancólicos. Su principal problema no es musical sino arquitectónico, pues a pesar de contar con temas de gran personalidad y entidad estos acaban dispersados por el extenso metraje sin que aquello que pretenden representar o explicar se perciba con claridad y sin construir algo sólido, que avance y se desarrolle. Pasa por ejemplo con el tema principal, de Hayes (el protagonista), que aparece imponente a la hora de duración con su llegada, pero que luego se diluye entre tantas otras músicas similares, convirtiéndose en un tema más de la banda sonora. O lo mismo sucede con un muy bello tema con guitarra que suena en diversas ocasiones llenando los espacios físicos y dramáticos de nostalgia pero sin ir más allá de lo meramente emocional. O por supuesto con el tema genérico, épico, que también se pierde en un bosque de músicas muy similares.
Es necesario tener en cuenta las propias características de la película, cuyo argumento no es lineal sino que entremezcla historias y tiene varios saltos de espacio. Pese a estas circunstancias, que el compositor no consigue cohesionar, sí logra que algunas escenas se sublimen gracias a su aportación, como en la gran secuencia final donde la música se eleva y eleva a sus máximos. Y aunque buena parte de ella funcione en lo inmediato, en secuencias concretas y que, también, haya cierto exceso de parcheo se ha de tener en perspectiva que es una primera parte y por tanto es mandatorio esperar a la segunda para ver si su caos musical es deliberado o simplemente torpe. Pese a todo, lo que sí es claro y meridiano es la pasión y el amor por el género del western que se muestra en cada uno de los fotogramas de la película y en cada una de las notas musicales de la banda sonora. No es poco.