Diferentes historias se entrecruzan en un hotel, donde una camarera es la protagonista y objeto de atención de todo el mundo.
El compositor aplica como punto de arranque un magnífico tema principal, cálido y sensual, con moderado tono melancólico. Luego aplica variaciones sobre el mismo, algunas desenfadadas y otras dramáticas, siendo notable por la solidez del conjunto, la solvencia de todos sus momentos y su bellísimo final.