Un hombre despierta en un extraño complejo hermético de incontables niveles en la que diariamente aparece una plataforma con comida para todos y en el que mensualmente lo cambian de nivel. A mayor número, menos comida llega...
Banda sonora ambiental y dramática que se aplica en tres niveles: en primer lugar, música para enfatizar un tono cómico-grotesco, de circo macabro y bizarro, que se corresponde a los momentos de la comida; en segundo lugar, músicas tóxicas, de ambiente irrespirable, contaminado y hostil; finalmente, música dramática y lírica con participación humana en voz femenina que aporta luz y que parece llevar hacia la salvación. Es un planteamiento que por algún exceso en la presencia no del todo necesaria de la música queda algo difuminado pero que en cualquier caso es visible y tangible.