Para cumplir una promesa, un joven se infiltra en una banda del crimen organizado de la China de principios del Siglo XX, ganandose la confianza de su lider. Pero detrás de su pretendida lealtad se esconden otras intenciones.
El compositor aplica una banda sonora que sigue los códigos usuales en los filmes chinos de artes marciales, con músicas para la acción y temas dramáticos. En este caso se destaca su tema principal en la forma de vals melancólico, que conoce algunas variaciones. La lógica omnipresencia de música e instrumentación oriental no acaba de levantar una creación que es errática y algo dispersa, aunque tiene bellos momentos.