Revisitación en clave erótico/terrorífica de la novela de Stevenson "El extraño caso del Doctor Jekyll y Mr. Hyde".
Esta banda sonora supone una sorpresa en un entorno tan codificado como el de la música cinematográfica actual. No recurre al juego del duelo tema/contratema pero tampoco elude llevar al campo musical la guerra entre dos personalidades enfrentadas en una misma persona. Lo consigue estableciendo en primer lugar el entorno donde se va a desarrollar la batalla: la psicodelia añeja y añorante de los gloriosos años del Giallo, entre otros estilos que aplica para lo ambiental. En lo que concierne al duelo, lo hace no enfrentando un tema a otro sino un grupo de temas contra los otros. Así, su música oscura, siniestra, también perversa le sirve para exponer la maldad y el peligro que hay en ella, en tanto el lado humano y no demoníaco es expuesto con música frágil y afligida, comparativamente más débil. Y lo hace con calculado desequilibrio, sin temas referenciales que sirvan para racionalizar ante el espectador comportamientos del personaje y, por el contrario, generando un controlado y muy ordenado caos. Cada uno de sus temas está laboriosamente trabajado y en su conjunto conforman una banda sonora ejemplar.