Pocas horas antes de ser ejecutado, un ladrón de cadáveres le cuenta su historia a un compañero de celda.
El compositor sitúa su creación a medio camino entre la música de género (terror) y la parodia, sin que llegue a ser en ningún momento ni una cosa ni la otra. Se trata de una banda sonora sofisticada, rica en temario, matices y uso instrumental, con más que notable empleo de las cuerdas. Cuenta con un poderoso tema principal -que hábilmente repercute- y un tono moderadamente decadente y grotesco que beneficia al conjunto.