Tercera entrega de Ice Age (59), en la que la ardilla protagonista y sus amigos se adentran en un misterioso mundo subterráneo donde se toparán con dinosaurios, lucharán contra la flora y fauna, correrán enloquecidos y conocerán a una implacable comadreja.
Partitura continuista con respecto a la anterior, en la que el compositor aplica escasos cambios en el temario, formas y estructura, si bien incorpora alguna nueva melodía, no especialmente destacada. En su resultado, es una banda sonora correctamente resuelta, pero poco más.