Álbum que recoge tres obras concertistas del compositor, todas para orquesta sinfónica. La 3ª sinfonía (Harri Zuria) fue escrita en 1988 para orquesta, guitarra, coros y mezzosprano en un período en el que el autor acababa prácticamente de arrancar su trayectoria en el cine. En ella se aprecian algunos de los rasgos característicos de sus obras posteriores: el lirismo, su afección por las armonías y, aquí, cierto tono irónico. La segunda de las obras es una selección remasterizada de Espacio sonriente (92), y la tercera es "52 Soka" (94), una obra también lírica donde las cuerdas tienen el protagonismo y en la que se destaca por su cuidada belleza.