Adaptación del relato de Oscar Wilde sobre dos jóvenes que, en la Inglaterra de finales del XIX, emplean el mismo seudónimo pero se enamoran de la misma mujer, con las consiguientes complicaciones.
El compositor, lejos de pretender ambientar la época en la que se desarrolla la historia, aporta un tono contemporáneo mediante un jazz decadente, divertido, que enfatiza lo humorístico.