Secuela de The Incredibles (04), en la que aparece un nuevo villano con un plan que lo amenaza todo...
Con el listón tan alto que el compositor dejó en The Incredibles (04) parecía un reto muy complicado asumir la segunda entrega con la misma baraja y con las mismas reglas (musicales) del juego, esto es, una continuación estilística y temática sin caer en la reiteración, la rutina y la falta de ideas. A falta de ver el filme y su aplicación, que es donde se determinará las bondades de esta creación, todo aparenta que la estrategia seguida no es tanto narrar como festejar, utilizando el material ya existente (el maravilloso tema principal) y aportando algunos nuevos en similar línea sesentera, jamesbondiana y con deliciosa música para Big Band. Aparentemente es un festín que funciona en continuum, de principio a fin, si descanso. Queda por ver si eso sirve para sostener al resto del filme.