Durante la Primera Guerra Mundial, dos cartógrafos ingleses llegan a un pueblo galés para medir la altura de una colina reverenciada en la zona, y entablan relaciones con los habitantes del pueblo.
Bellísima creación que se sustenta en música de influencia celta, con empleo de coros masculinos y voces femeninas, que dan cierta solemnidad y dotan también a la película de encanto y magia.