Tercera entrega de Insidious (10). La protagonista acepta ponerse en contacto con los muertos para ayudar a una adolescente acosada por una peligrosa entidad sobrenatural.
El compositor sigue la línea iniciada en el primer filme, con música claustrofóbica y asfixiante y presencia de música dramática que intenta sobrevir al implacable acoso. Es la más elaborada de las tres bandas sonoras, y tiene un tono perverso especialmente interesante.