Los Ángeles, 1928. Un niño ha desaparecido. A su madre le entregan, meses después, un pequeño que no es su hijo. Cuando ella inicia una desesperada búsqueda por localizarle, se encuentra con todo en su contra.
Partitura dramática, intimista, con un tono moderadamente afligido pero también bello, en la línea sobria tan característica del director y compositor, que se sustenta en un hermoso tema principal.