Continuación de Clash of the Titans (10), en la que quiere vivir de forma tranquila con su hijo Helio. Sin embargo, los dioses, debilitados por la falta de fe de la Humanidad, pierden el control de los titanes, cuyo líder es Kronos, padre de Zeus, Hades y Poseidón.
El compositor aplica una partitura épica que supera en todos sus aspectos a su precedente, aunque también comete algunos excesos. El más destacado de ellos es el uso tan reiterado del motivo principal, dedicado a lo heroico, que, aunque desarrolla también en forma de tema, acaba por ser demasiado omnipresente y saturante, y muy poco sutil. Pero a fin de cuentas no es más que una banda sonora comercial, hecha para gustar y agradar a los oídos, y en este sentido es eficiente. Lo es también en lo que concierne al tono arcaico y primario con que impregna buena parte de las melodías y al uso de coros que, aunque algo impostados, le dan al conjunto un adecuado color mítico.