Álbum recopilatorio, grabado con orquesta real, en el que el compositor expone algunas de sus creaciones para el medio audiovisual (documentales, cortos y videojuegos). Se trata de una esforzada síntesis de variados estilos en los que evidencia su talento, buen gusto y elegancia. Es notable en la fuerza de lo épico (con momentos que en nada deben envidiar a las poderosas creaciones del cine contemporáneo) y es exquisito en el refinamiento de sus melodías dramáticas, honestas y transparentes, y muy emotivas. También se destaca (es la faceta más habitual en su trabajo) por la música para documentales, donde hace interesantes fusiones con lo étnico, como en la pieza de Un mundo aparte (11), aquí incluida. Palomares es un compositor competente, serio, eficiente y con una especial habilidad para construir melodías en las que discurren simultáneamente varias emociones, lo que no es muy habitual. Y este recopilatorio es una pequeña joya que debería abrirle las puertas del cine.