Un niño padece una extraña enfermedad degenerativa que le hace crecer físicamente cada año lo equivalente a cuatro. Cuando tiene 10 años, aparenta tener 40 y quiere integrarse como un niño más en la escuela.
Reseña de Jairo Flores:
Sorprendente en todos sus aspectos, este es una de las obras más arriesgadas y brillantes del compositor. En su estructura y en su ejecución es un trabajo muy cuidado del compositor. Se divide, como el filme, entre el optimismo desbordante del protagonista y el mundo infantil que le rodea, por un lado, y su incapacidad de asimilar conceptos más trascendentales en la vida, como la muerte, la soledad o que siempre sera diferente, por el otro.
Para ello separa la partitura en dos grandes campos musicales. Para el primero utiliza principalmente un tema alegre y jugetón que alcanza su maximo desarrollo en una marcha alegre y vitalista de intensidad progresiva en la que mezcla de forma muy original orquesta tradicional y juguetes infantiles, alcanzando uno de los momentos más emocionantes de su carrera. En este primer gran campo están también los momentos en los que Jack está con otros niños, con un riesgo en la orquestación inédito en Kamen y en casi todos los compositores americanos, mezclado orquesta e instrumentos menos habituales y asociados al mundo infantil.
El otro gran campo es el asociado a la soledad, la diferencia y a la muerte, para el que compone una serie de temas intimistas de hermosas melodias y gran sentimiento. Entre ellos encontramos alguno de los temas mas delicados de toda su carrera, bellísimos y muy sentidos.
Aunque no consigue desprenderse del todo de una sensación algo nostálgica, va evolucionando hasta que al al final se convierte en un tema triunfal y optimista. En general la obra esta llena de pequeños grandes momentos capaces de sorprender, emocionar o incluso poner una sonrisa en la cara si se la presta atención. Original, divertida y hermosa, es una de las mejores obras del excelente compositor americano.