Documental en torno al cineasta Vladislav Mikosha, quien filmó los horrores de Sebastopol durante la Segunda Guerra Mundial y luego viajó a Hollywood.
Banda sonora en la que el compositor aplica música dramática para explicar los acontecimientos bélicos, pero lo hace desde una perspectiva no melodramática sino austera, contenida. También hay música para el protagonista, con ternura y cierta melancolía, y finalmente temas ambientales para los diferentes contextos.