Cuando un ejecutivo promete matrimonio a su novia, a la que ha dejado embarazada, su familia se opone e intenta que un torero seduzca a la muchacha.
Sencilla y discreta partitura con una bella y cálida melodía con guitarra que aporta un cariz romántico evocador, y que en el resto sigue en similar línea. Se acompaña de Las edades de Lulú (90).