Documental. Jane Goodall y Roger Payne se encuentran en el mítico campamento de observación de ballenas que él creó en su juventud para convivir en medio de la naturaleza extrema.
Los compositores firman una bella creación en la que hacen una exaltación de la belleza del lugar, de la grandeza de la vida animal y de nobleza de la causa de los dos protagonistas, y lo hacen en base a evitar lo étnico como referente local sino precisamente para expandirlo universalmente. Es esta una música impregnada del mar, es de celebración y de declaración de principios, que se posiciona y sirve para posicionar al espectador. Pero también hay momentos donde la música se ubica en un territorio de mayor fragilidad, que es sentimental (no sentimentaloide) y que de alguna manera -aunque no explícitamente- resalta la delicada situación en la se encuentra que lo anteriormente celebrado.