Quinta entrega de la saga iniciada en The Bourne Identity (02), en la que el protagonista sigue intentando conocer qué fue de su pasado a la vez que sufre una implacable persecución por parte de la CIA.
De todas las creaciones musicales para la saga, esta es la menos interesante. Formalmente escrita por dos compositores, aparenta ser más el trabajo de adaptación de David Buckley de los temas originales de Powell, sin que haya nada nuevo más allá de temas irrelevantes y funcionales para la acción. El tema principal es reiterado numerosas veces a lo largo del filme, sin apenas variaciones, y en su conjunto da una sensación de haber sido puesta en piloto automático para cubrir el resto de la película de modo bastante desangelado.