Cuando un recluso escapa del penal, todo un pueblo está dispuesto a darle caza para lincharle. Solo el sheriff, un hombre íntegro, se opone a esa violencia, y por ello recibe una salvaje paliza.
Partitura de gran dramatismo, en la que el compositor aplica melodías con influencia en la música sureña (por la ubicación del filme) y les da un tono agresivo, violento, amenazante. Lo contrasta con temas más suaves y ligeros, incluyendo algunos de jazz, en representación de los ideales del protagonista y de los pocos que le apoyan.