A finales de su carrera, Judy Garland llega a Londres para unos conciertos. Mientras se prepara para subir al escenario vuelven a ella los fantasmas que la atormentaron durante su juventud en Hollywood.
El compositor aplica una cálida y emotiva creación, íntima y dérmica, con la que expone la fragilidad y vulnerabilidad de la protagonista, incidiendo asimismo en un tono evocador y nostálgico. Cuenta con un bello tema principal junto a temas en similar línea y otros ambientales.