Remake de The Karate Kid (84), en el que un adolescente se traslada con su madre a China, y allí se enamora de su compañera de clase, lo que provoca que se enemiste con un matón de su clase que es un prodigio del kung-Fu. El hombre que trabaja en tareas de mantenimiento en su casa le ayudará a prepararse.
Este es un Horner bastante insípido que, aunque cuenta con momentos de cierta espectacularidad, hace añorar -y mucho- la muy superior partitura que Bill Conti escribiera para el filme original. En su mayor parte se sustenta en música muy funcional, con obvias referencias Orientales y sin especial interés en sus temas, salvo -aunque no brille especialmente- en su parte final.