Una empleada de una empresa tecnológica que sufre agorafobia descubre un crimen e intenta alertar a sus superiores.
Para este thriller cibernético el compositor fusiona música de aires herrmannianos con electrónica, para recrear entornos de misterio y con un cierto aroma romántico pero también dramático. Gira en derredor de un tema principal que a su vez pivota sobre dos notas reiteradas para la protagonista, que es contrastado por otro tema central, para Kimi y su creador, que es por sus formas deshumanizado, tecnológico. Un tercer tema es aplicado para los malvados a los que se da un tono nervioso, inquietante.
Las sonoridades acústicas y la bipolaridad entre lo humano con lo robótico se mantiene de modo calmado y apacible, aparentemente monótono pero que poco a poco va calando e impregnando el filme de un sentido de fatalidad solo resuelta en la parte final.