En la época feudal del Japón, a mediados del siglo XIX, una población es encomendada por el Emperador para colonizar un territorio hostil.
Fastuosa partitura, de enorme belleza, en la que la compositora explota el sentido épico y emotivo de una música sinfónica radiante, con un destacado tema principal y un motivo muy reiterado. Junto a ello, temas líricos de gran elegancia.