Cuarta entrega de Kung Fu Panda (08), en la que el panda protagonista se convierte en el Maestro Espiritual del Valle de la Paz, busca a su sucesor como el nuevo Guerrero Dragón mientras lucha contra una nueva enemiga.
En línea con las tres anteriores entregas esta es una banda sonora competente y dinámica que aprovecha temas previos, incorpora nuevos y mantiene el espíritu animado y jovial. Aunque previsible y sin grandes innovaciones la música cumple con sus cometidos tanto en el énfasis de la acción, en lo lírico -es nuevamente destacable la música oriental- y en lo emocional.