Un cirujano y profesor de atonomía paga a un perverso hombre por que le consiga cadáveres para sus clases, pero cuando la vigilancia en los cementerios aumenta y cuesta conseguir más cuerpos, el hombre comienza a matar a personas, sin que el doctor pueda impedirlo.
Partitura en la que el compositor hizo una aproximación melódica a un horror lento y pausado, que se tomaba su tiempo para desarrollarse, pero que era la emulación diáfana del terror psicológico de la propia película. Se incluye, junto con otras bandas sonoras, en el recopilatorio Classic Music For The Val Lewton Films (00).