Juego de ordenador, que se ambienta en los días previos antes de estallar la I Guerra Mundial. Un fugitivo de la Justicia francesa es llamado urgentemente por un amigo para reunirse con él en el Orient Express.
Reseña de Jordi Fornieles
Dentro del mundo de los videojuegos, y más concretamente del género de la aventura, ésta es una de las partituras más destacables por su gran cuidado y calidad. A diferencia de la mayoría de las otras aventuras, esta partitura no se basa en las músicas de ambiente, sino en el transcurso de la acción. No es lo mejor que ha compuesto el compositior pero, no obstante, la partitura se adecua en todo momento a la acción del juego, creando un clímax de misterio, tensión y romanticismo.
Al final, todo se convierte en una gran descripción musical de lo que significa el Orient Express: la música de cuerda propia del centro de Europa y los instrumentos orientales hacen referencia a la unión entre las dos culturas gracias al expreso; y la música de sintetizador representa la máquina en funcionamiento que es el tren y también se refiere a que la trama transcurre en los albores de la Pirmera Guerra Mundial, la primera guerra industrial. En resumen, una partitura poco melódica excepto en el tema principal, pero que cumple correctamente con su labor en el juego.