Cuarta entrega de las aventuras del agente Jason Bourne, que deberá luchar para seguir con vida cuando su programa se convierte en un peligro.
En una línea similar a las creaciones de John Powell para la saga, el compositor se decanta por una partitura ambiental y de acción, con momentos de considerable fuerza e intensidad. Es mucho menos interesante en todo lo relacionado con lo dramático, donde hay cierta indefinición de intenciones, pero tratándose de una banda sonora funcional sin mayores pretensiones, es eficiente. Pero no es un paso adelante con respecto a lo ya hecho, lo que produce cierta decepción y más tratándose de un autor tan importante. El cambio de compositor no ha sido, en todo caso, para mejor.