Versión en dibujos animados del relato de Rudyard Kipling, sustentado en numerosos números musicales.
Quizás, la película de animación de la Disney de mayor relevancia en la década de los sesenta, y la que contuvo una de sus mejores partituras, con deliciosas canciones dotadas de ritmo y encanto, entre las que destacaron "The Bare Necessities", "I've Wanna Be Like You" o "My Own Home".