Los animales del establo de Belén —Judá el cordero, Jack el burro, Horacio el cerdo y Drake el gallo— son testigos de los acontecimientos vividos en tiempos de Jesús: su predicación, crucifixión y posterior comportamiento de los apóstoles.
Partitura sinfónica sin elementos religiosos pero sí emocionales, que juega con los beneficios de un notable y muy bello tema principal, del que el compositor saca máximo provecho en distintas repercusiones, y que emula el espíritu del mensaje del filme. Otras melodías son para el acompañamiento circunstancial de las escenas, pero en su conjunto está sólidamente estructurada y desarrollada.