Una mujer huye de su marido y viaja hacia Lisboa. En el camino, pide ayuda a un comerciante, que se verá envuelto en una peligrosa persecución.
Banda sonora en la que el compositor es el elemento más inquietante y perturbador del filme. Convierte su música en el vivo reflejo de la angustia, el misterio y la desolación que rodean al personaje femenino en el devenir del metraje, con un criterio sólido en el que se parte de un tema principal al que se otorga un desarrollo ambigüo, lo que le permite abordar los giros y matices en el extraño comportamiento de la protagonista. Con esta indefinición, la melodía expresa emociones tan dispares como el miedo, la necesidad vital de supervivencia y la amarga sensación de una derrota anunciada, logrando que la partitura sea en realidad un personaje invisible al que se le ha adjudicado la tarea de mantener en permanente vilo al espectador.