Una noche de verano, un chico y una chica comienzan a hablar de forma casual en un bar. Pronto descubren que están unidos por una persona de su pasado.
Para este cortometraje, al compositor le bastan escasos cuatro minutos para irrumpir en un momento decisivo y dominar el espacio con una bellísima y plácida melodía romántica, que aporta una agradable sensación de calma y relajación