Cuando su novia es secuestrada por un demonio, un joven contacta con él a través de un libro de magia negra para intentar que se la devuelva.
Sólida creación que el compositor desarrolla solventemente en tres niveles dramáticos: en primer lugar, la música de lo demoníaco -con notable tema inicial-, basada en música oscura, gótica, con coros; en segundo lugar, música dramática de tono afligido y melancólico; finalmente un bellísimo tema principal romántico de gran prestancia. Incluye la danza macabra de Camille Saint-Saens.