Cuando un aclamado productor musical deja de tomar sus medicamentos para la esquizofrenia, sus amigos le persiguen en la escena musical de Los Ángeles para intentar que ingrese en un hospital psiquiátrico.
Apática y monótona banda sonora electrónica que pretende recrear un entorno de vacío, aislamiento y fragilidad, pero que acaba resultando poco consistente y reiterativa.