En una casa en la que se cometió un asesinato hay escondidas unas valiosas joyas, que el asesino no pudo encontrar. Para poder registrarla a fondo se casa con la nueva propietaria y empieza a volverla loca.
El compositor combinó terror con dulzura, dependiendo de cuál de los dos personajes centrales se tratase. Los aspectos más sombríos de la música ganan terreno a las melodías destinadas a fortalecer la liberación mental de la mujer, hasta que al final se invierte el peso de ambos aspectos. Se incluye, junto con otras bandas sonoras, en el recopilatorio Richard Addinsell Film Music (99).