Cuando la emperatriz de China descubre que su marido la está envenenando, organiza con su hijo un complot para destituir al emperador.
Partitura sinfónica y dramática, muy intensa y contundente en sus melodías, pero excesivamente dependiente de los coros, tanto masculinos como femeninos, que resultan ser demasiado omnipresentes, hasta cierta saturación. En el resto de temas, se destaca por su cuidada belleza, algo trágica.