Una prostituta abandona su oficio e intenta llevar una vida normal, pero su hijo la rechaza por su pasado y se integra en una banda de delincuentes que se dedican al robo.
Banda sonora de melodías ligeras y populares, con las que el compositor, más que pretender desdramatizar la película, contribuye a su ambientación. Se acompaña de la banda sonora de Porcile (69).