Cuando unas muertes violentas y espantosas empiezan a asolar un pequeño pueblo de montaña, resurge una vieja leyenda sobre una criatura malévola.
Este filme de terror no es de sustos e impactos sino de generación de tensión y miedo pausado, que cala poco a poco. A ello ayuda mucho y bien una música ambiental y dramática perversa y sucia, con tema principal hecho con electrónica y un motivo musical de apariencia vocal pero que en realidad simulala voz humana sin serlo, enfatizando la ansiedad y angustia de los personajes.