Un hombre vuelve al pueblo costero en el que vivió los veranos de su infancia, en busca de paz tras haber sufrido la pérdida de su esposa.
Banda sonora muy austera y contenida, con protagonismo del piano y del violín en una serie de temas de tono íntimo, en ocasiones afligidos y dramáticos, y en otros algo más evocadores. Pero en su conjunto es poco narrativa y acaba por ser reiterativa.