Tres amigas comparten su afición a la diversión nocturna junto con un homosexual que se ha enamorado de un hombre que resulta estar casado. Con ellos está también un presunto homicida de mujeres y un enigmático policía que le sigue la pista.
La banda sonora contiene un dinámico tema central, pero el resto de la partitura está demasiado omnipresente a lo largo del metraje, sin que haya demasiado espacio para que pueda desarrollarse, a causa de la rapidez con que evoluciona el filme. Es el caso, por ejemplo, del tema romántico, que a duras penas llega a cuajar y que, cuando va adquiriendo su sentido, ya ha desaparecido de la pantalla. Parte de ella está resuelta con el empleo de sintentizadores. Se acompaña con la edición de la banda sonora de La mujer más fea del mundo (99).