En el Siglo XII, mientras una plaga devastadora diezma la población de una pequeña provincia italiana, un sádico príncipe se encierra con sus amigos en una de sus propiedades fortificadas para evitar el contagio. Para evadirse de la tragedia, decide organizar una fiesta de máscaras, en la que somete a los invitados a todo tipo de juegos depravados, de los que sólo podrán salir indemnes dos inocentes.
Elaborada y refinada creación en la que el compositor desarrolló su música en los terrenos de lo ambiental, lo psicológico y lo emocional. La música de inspiración medieval fue la base aplicada para recrear el entorno, y sobre ella aplicó un temario amplio destinado a fomentar una cuidada sensación de caos y peligro, generando una adecuada incerteza sobre los personajes y una calculada ambiguedad sobre el protagonista, perversa. Finalmente, música dramática de carácter afligido, desesperanzado.